Habíamos comprado las entradas en la página oficial de la FIFA, y teníamos q recogerlas en el ticket center, a priori una tarea fácil. La realidad fue que, como siempre en Alemania, hicimos dos veces el mismo camino: de la puerta del estadio al ticket center y del ticket center al estadio. Distancia total aproximada: 3 km.
En teoría habíamos llegado con tiempo de sobra, ya que esto de ser alemana (lección 2 de alemán: deutsche= puntual) se pega :-)) Pero en el ticket center no encontraban nuestras entradas: los alemanes también son humanos y al parecer para ellos es difícil distinguir “nombre” y “apellido” en la siguiente serie: Maravillas de la Cruz Aparicio Ortega. Con lo fácil que hubiera sido poner Silvia Ibáñez…..
Ya con nuestras entradas en la mano tuvimos que esprintar para entrar en el estadio a tiempo de oír los himnos: la carrera que nos pegamos estuvo casi a la altura de un entrenamiento de nuestras quedadas para correr de preparación para el triatlon de la mujer en Valencia…
En el estadio había unos ¾ de entrada, la mayor parte mujeres. Mucha gente de Brasil, con sus banderas, y muchos alemanes con camiseta brasileña. El estadio, sencillo y funcional, tenía una visibilidad perfecta, y presentaba un ambiente excepcional.
Brasil dominó la mayor parte del partido, con Guinea saliendo al contraataque y creando peligrosísimas ocasiones que no llegó a concretar. Mención especial merece la jugadora guineana con el nº 10 Añonma: no paró de correr en todo el partido y jugó siempre mirando a la portería contraria. Se vieron detalles de calidad de Marta, especialmente en la jugada del segundo gol, pero ni ella ni el resto del equipo brasileño jugaron al 100% de sus posibilidades, quizá reservando fuerzas para el cuarto de final. Aun así, su superioridad acabó concretándose en el marcador, y el partido terminó 3-0.
Brasil a cuartos como primera de grupo y Guinea de vuelta a casa tras un muy digno papel en este mundial. Como en el caso de los equipos masculinos africanos, parece que a los femeninos también les falta un punto de suerte para poder marcar más goles y llegar más lejos. En estas cosas vamos pensando en el tren de vuelta hacia el hotel…

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